Angel Cora
Colección Rebelión
No Son "dioses"
2014 - Acrílico sobre canvas panel 18"x24"
Los estragos de la colonización, a raíz del “descubrimiento” tanto en 1492 en La Española; nombre que adjudicaron los españoles al territorio que hoy conocemos como Haití y República Dominicana, como en 1493 en Borikén; generaron gran indignación en la población nativa. El trabajo extenuante sin alimentación por periodos indefinidos; particularmente en la extracción de oro, el trato cruel e inhumano y los constantes abusos a los que eran sometidos; desembocaron en la sublevación del pueblo indígena. Fue a principios de 1511 que ante los atropellos por parte del invasor, los tainos se vieron en la obligación de establecer un plan estratégico de ataque para su supervivencia.
El sorpresivo plan de ataque tomó vigencia al darle muerte por ahogamiento a Diego Salcedo, un joven español que insospechadamente permitió, le cargaran en hombros hasta el otro lado del Rio Guaorabo en Añasco para no mojar su ropa. En medio del trayecto del cauce, le dejaron caer, ahogándole hasta provocar su muerte. El plan de ataque continúo su curso con la destrucción de La Villa de Sotomayor que ubicaba en la misma región de dicho poblado. Este evento representó la primera batalla en la que los tainos resultaron favorecidos al registrarse alrededor de ochenta (80) bajas del bando español, incluyendo al líder de la villa, Cristóbal de Sotomayor.
La guerra estaba declarada…
Los Mortales Contraatacan
(1987-2013) - Acrílico sobre panel canvas, 18"x24"
La reacción de Juan Ponce de León no se hizo esperar. Una vez enterado del sorpresivo ataque a La Villa de Sotomayor, organizó un grupo de algunos cincuenta (50) hombres que partieron al contraataque desde Caparra para aplacar las huestes rebeldes. Durante las hostilidades acaecieron tres (3) grandes enfrentamientos en la región occidental de la isla: La batalla de Coayuco, a pocos días del ataque indígena y en la que Juan Ponce de León y sus hombres salieron airosos con la muerte de muchos indios; la batalla de Aymaco a cargo del capitán Diego Salazar dejando el saldo de 150 indios muertos sin bajas registradas para el bando español y la Batalla de Yahueca en la que según la versión tomada de Gonzalo Fernández de Oviedo en Historia general y natural de Indias. Libro XVI (1535), se enfrentaron más de 11,000 indígenas contra poco más de ochenta (80) tropas españolas a la rivera del Rio Guaorabo. En ésta se registra la muerte del cacique mayor, Agüeybaná II lo que desalentó y desorganizó las huestes indígenas.
A pesar de la gran cantidad de bajas indígenas producidas, estos primeros enfrentamientos, no pudieron acabar con la rebelión de los amerindios. Haciendo uso de las tácticas empleadas en la conquista de La Española, Juan Ponce de León y sus capitanes intensificaron su opresión concentrando sus ataques en cabalgadas contra los poblados rebeldes que mantuvieron la resistencia.
Cabalgada
2014 - Acrílico sobre canvas panel 18"x24"
Las cabalgadas eran entradas sorpresivas, arremetidas rápidas para infundir el terror en yucayeques que no se sometían al régimen colonial del Imperio Español. En estas expediciones los soldados españoles operaban como guerrillas, internándose en los bosques para en el momento oportuno: atacar, saquear, destruir, matar y esclavizar a hombres, mujeres y niños de las aldeas rebeldes. Miles de indios fueron esclavizados a raíz de estas hostilidades. Estos eran marcados en su frente con una ‘F’ de Fernando, alusiva al rey de España (Fernando de Aragón). Al cabo de dos (2) años de confrontación, la resistencia de los indígenas se había debilitado significativamente. Ante la desventaja e impotencia de doblegar a un enemigo con recursos y armamentos superiores: artillería, arcabuces, armaduras, espadas, perros militarmente entrenados (becerrillos, según le llamaban los indios), caballos, etc; algunos optaron por rendirse, otros emigraron a las Antillas Menores, donde el dominio español era limitado y otros; en su desaliento moral por las atrocidades sufridas optaron por suicidarse.
Aun así, el espíritu combativo y de supervivencia de los tainos continuó en pie de lucha con enfrentamientos en la región oriental de la isla. En alianza; amerindios procedentes de islas vecinas atacaron a Caparra en 1513 al cual le subsiguieron otros enfrentamientos que se extendieron hasta pasado el Siglo XVI, contra distintos poblados establecidos por los españoles particularmente en la región oriental.
Con la merma vertiginosa de la población indígena, la mano de obra en las encomiendas se vio dramáticamente reducida. Esto dio paso al contrabando de esclavos provenientes desde África y por ende, la continuidad al plan económico del sistema colonial que ha imperado en la isla hasta el sol de nuestros tiempos…