Angel Cora

Este cuadro de aparente estilo hiperrealista, el artista nos sorprende, no tan solo porque uno de los magos es mujer, sino por su talento de retratista. El cuadro está repleto de simbolismos y sugerencias. Es un homenaje a los magos o a esas diversas manifestaciones de la sabiduría que estos tres magos representan y a ese pastor que ha llevado a esa múltiple sabiduría frente al niño. Porque están frente al niño, el reflejo de esa vasija de mirra nos lo muestra. Devuelve a los magos y muestra al espectador el mejor regalo. Un pintor, con el decidido empeño de trabajar luces y sombras hasta el delirio, con el trazo de una línea domesticada, con la magia afanosa de los colores y con el amor que exige el mandamiento ineludible de Jesús, nos llevó hasta allá.